Los atletas y, en general, las personas que hacen ejercicios recreativos de forma regular, utilizan una variedad de intervenciones post ejercicio con la idea que los ayudarán a recupe-rarse mejor o más rápido y para disminuir los efectos no deseados del trabajo físico como los dolores musculares. Modalidades comunes incluyen el masaje, la compresión (preso-terapia), la inmersión en agua helada, el uso de estimulación eléctrica, la terapia de vibración y hasta combinaciones de varias de estas. A pesar de la popularidad de estas intervenciones en el día a día de las personas que hacen ejercicios, y la gran cantidad de información que se comenta y escribe sobre sus beneficios, la realidad es que los estudios bien estructurados y con resultados reproducibles no son muy abundantes para confirmar su efectividad real. Veamos algo de la evidencia detrás de algunas de estas estrategias
MASAJES DEPORTIVOS
El masaje se ha definido como: “una manipulación de los tejidos del cuerpo con presiones y golpes rítmicos, con el propósito de promover la salud y el bienestar”. Existe una gran variedad de tipos de masajes y muchos de ellos han sido o están siendo muy utilizados en el área deportiva y del ejercicio. De acuerdo a la Asociación Americana de Masaje Terapéutico (AMTA) los posibles beneficios del masaje deportivo incluyen: el alivio de la tensión y rigidez muscular; reducción del dolor muscular post-ejercicio, el edema y el espasmo; más rápida recuperación de músculos y ligamentos lesionados; mejoría en la flexibilidad y el rango de movimiento. Y, aunque el uso del masaje terapéutico se remonta a muchísimos años atrás, aún no tenemos evidencia contundente sobre su verdadera utilidad. Aún no entendemos exactamente que sucede en el cuerpo con los diferentes masajes y de que forma, si alguna, estos cambios pueden realmente hacer lo que se promete. Uno de los mayores problemas que se encuentra cuando se trata de buscar evidencia de la utilidad de esta intervención en el área deportiva es que hay una gran variedad de intervenciones distintas que llamamos “masaje deportivo”, hay muchos estudios pero difieren en el tipo de masajes, en el tiempo de aplicación y duración de los mismos y en la forma del ejercicio físico que se realizó antes del masaje estudiado; de modo que hay muchos estudios pero la comparación de los mismos no es fácil y por lo tanto al analizar los datos recuperables nos encontramos que hay grupos pequeños, resultados buenos pero con tamaños de efectos no suficientemente grandes para sustentar, sin lugar a dudas, sus beneficios y por todo esto es probable que, al revisar la literatura médica estricta, nos encontramos que no se sustenta muy firme esta intervención. Pero si hay mucho sustento teórico y evidencia de usuarios (casi todos los que hemos recibido masajes deportivos “sabemos” que si sirve).
En cuanto a los estudios sobre los posibles efectos positivos del masaje deportivo post-ejercicio hay varios resultados que se han estudiado, veamos:
A pesar de esta variabilidad de la información que tenemos sobre estas intervenciones, los estudios sobre el masaje deportivo y la presoterapia han aumentado en los últimos años y se van homogenizando un poco con lo cual vamos teniendo algunas conclusiones que podemos afirmar, veamos:
Podemos aseverar que el masaje y la presión neumática tienen mucho potencial para mejorar la recuperación y las molestias asociadas a sesiones vigorosas de ejercicios; aún necesitamos más estudios con mejores y más reproducibles diseños para poder comparar resultados y tener suficiente datos para concluir con seguridad sobre este tema. Mientras tanto, los que hemos disfrutado de un buen masaje o una sesión de recuperación con terapia compresiva pneumática podemos dar fé de sus posibilidades.
En el trabajo diario en MedicGym nos alegra mucho poder colaborar con pacientes que necesitan de estas intervenciones para mejorar su vida o prevenir problemas médicos. Nos encantaría ayudarte porque en MedicGym decimos “ejercicio es medicina”!
Dr. Enrique José Mayo
Medicina Familiar y Medicina del Ejercicio